domingo, 16 de octubre de 2011

Electrodomésticos (2) -calentar-

Cocinar alimentos es la principal actividad que se desarrolla en la cocina, y al mismo tiempo la que un mayor consumo eléctrico implica. Por ello es especialmente importante el que los electrodomésticos que usemos para ello sean de alta eficiencia y hagamos un uso racional de los mismos.

Microondas. Los microondas son un eficiente sistema de cocinar y calentar comida con un gasto energético mínimo. Los microondas (sin contar con el consumo del grill) suelen estar por debajo de los 1000w, un consumo muy inferior al que tienen los hornos, vitrocerámicas, etc. Además las perdidas energétícas que estos electrodomésticos tienen son mínimas. Es muy importante no adquirir microondas de baja calidad, ya que la su durabilidad es inferior, lo que supone una mayor impacto para el medio ambiente y para nuestro bolsillo a medio plazo. Además la protección que presentan frente a las ondas que generan es inferior.
Nuestra elección ha sido un microondas Siemens (HF24G562). Un microondas de gran durabilidad.
Si queremos hacer un uso racional del microondas es mejor evitar utilizarlo para descongelar. Si planificamos nuestras comidas con mayor antelación podremos descongelar los alimentos con la temperatura ambiente y sin ningún gasto energético, o incluso muchísimo mejor, si dejamos que se descongelen en el frigorífico "reutilizando" el frío.

Horno. El horno eléctrico no es un sistema sostenible para cocinar, en comparación con el microondas, horno de leña, hornos solares, etc. Sin embargo, la comodidad de uso y su funcionalidad hace que sea un elemento indispensable en la cocina. Por ello es muy importante optar por un horno de alta eficiencia,
Nosotros hemos instalado el Siemens A -20% (HB78A1590S), este horno consume un 20% menos que los de clase A, que es la clasificación de la mayoría de los modelos del mercado.
Si queremos hacer un uso eficiente de cualquier tipo de horno, tenemos que evitar abrirlo mientras que está en funcionamiento, no usarlo para descongelar alimentos y evitar hacer precalentamientos, es más eficiente meter la comida justo al encenderlo.


Inducción. Las placas de inducción generan campos electromagnéticos que calientan directamente las sartenes y ollas, por lo que su rendimiento neto es muy superior a otros sistemas de vitrocerámicas*. Por ejemplo, para calentar 1,5 litros de agua hasta ebullición, con una placa vitrocerámica tradicional con resistencia eléctríca gastarían unos 230 W y el proceso duraría 10 minutos, por contra, en una placa de inducción no se llegaría a un consumo de 170W en poco más de 6 minutos**.
Todo esto nos hizo decantarnos por la inducción, en concreto un modelo de Siemens (EH651MD21E), con un sistema deslizante de control de potencia, lo que permite optimizar la temperatura en cada momento.
Son muchas las medidas que podemos poner en práctica para disminuir el consumo energético cuando cocinemos. Una de las más importantes es utilizar siempre tapaderas para las ollas y sartenes, de esta forma disminuiremos las pérdidas energéticas. También es muy importante el utilizar el calor residual para terminar de cocinar los alimentos.

En próximas entradas hablaremos de la lavadora y el lavavajillas, modelos que tienen la posibilidad de utilizar el agua caliente de las placas solares, de alta eficiencia energética, mínimo gasto de agua y de como hacer más eficiente el uso de estos electrodomésticos.
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* Teniendo en cuenta la actual estructura de generación eléctrica que tenemos en España, el sistema más sostenible son las placas de gas. Sin embargo, hemos descartado este sistema, ya que no es compatible con nuestra intención de alcanzar la independencia energética a medio plazo. Es decir, con un sistema de producción eléctrica basado en renovables, cocinar en una placa de inducción es más sostenible que hacerlo con gas.
** Datos de un estudio realizado por Erosky Consumer.