Para controlar la incidencia del sol en las ventanas hemos instalado mallorquinas. La principal ventaja de estas frente a las persianas externas, es que permiten una mayor ventilación mejorando el comportamiento energético. Las más versátiles y prácticas son las mallorquinas de lama móvil, en las cuales se puede modificar la inclinación de las lamas, modulando la entrada de sol en la vivienda. Sin embargo, debido al mayor coste y la menor seguridad de estas últimas, hemos optado por mallorquinas de lama fija.
La inclinación (entre 15º y 20º) y la distancia entre las lamas, está calculada para facilitar la entrada de luz en invierno, cuando el sol está más bajo. A la vez que impide la entrada del sol en verano cuando está más alto, como se observa en la imagen de la izquierda. Estos calculos fueron realizados teniendo en cuenta la localización geográfica de la casa, la orientación y la anchura de las lamas, de esta forma la inclinación de las lamas y la distancia entre ellas es distinta en las mallorquinas de las distintas fachadas de la casa. Teniendo más inclinación en la fachada suroeste y más distancia entre las lamas de la fachada noroeste.
1 comentario:
El texto ofrece una explicación clara y técnica sobre la instalación de mallorquinas, destacando su funcionalidad y eficiencia energética; sin embargo, podría captar más interés del lector si incluyera ejemplos concretos de beneficios prácticos o experiencias personales relacionadas con su uso.
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